6 de noviembre de 2010

Ojos que brillaron en aquella noche fria


Su piel bronceada por el sol de ese verano que se conocieron

Y sus ojos de un marrón intenso brillaban bajo la luz de las farolas.

La despedida fría, se heló aun más por el viento.

Cabellos agitados y manos frías.

Su cuerpo esbelto y huesudo.

Distante eterno, tembloroso, se fue distanciando.

Mientras el, una vez mas capto e inmortalizó en su memoria, la despedida.

El cielo negro testigo, los vio alejarse…


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